TIN y TAE: Qué son, diferencias y cómo se calculan

El TIN es el índice que refleja el valor del servicio del préstamo por parte de la entidad bancaria; la TAE incluye el resto de los costes efectivos del préstamo.

Cuando un banco presta dinero, aplica un tipo de interés por este servicio; dicho dinero también genera unos costes asociados, y ambas circunstancias se reflejan con los indicadores TIN y TAE (Tipo de Interés Nominal y Tasa Anual Equivalente), que además tienen carácter oficial y obligatorio por parte del Banco de España. A menudo no se conoce bien ni la diferencia ni la forma del cálculo entre TIN y TAE.

¿Qué es el TIN?

El TIN o tasa nominal es, en sí mismo, el interés que aplica una entidad financiera o prestamista por el servicio de prestar el dinero: indica simplemente qué tanto por ciento va a quedarse el banco por la cesión de los fondos.

Cada banco es libre de aplicar el TIN que desee cobrar a sus clientes por cada tipo de préstamo, y este es pactado con el solicitante del crédito, hipoteca o contrato de depósito: refleja, por lo tanto, el pago de los intereses por el cambio del valor del dinero durante un periodo de tiempo.

Así, el TIN sirve para saber qué porcentaje se pagará al capital prestado, sin tener en cuenta los demás gastos asociados a la operación de crédito: refleja únicamente el coste del producto financiero.

¿Cómo se calcula el TIN?

El interés del TIN consta únicamente de un porcentaje fijo en concepto de pago de los fondos prestados, y puede calcularse de forma anual, trimestral, mensual o semanal.

Sin embargo, lo más frecuente es que las entidades financieras calculen el TIN mensual para reflejarlo en las condiciones de los préstamos: de este modo, un TIN anual del 7,5 % es lo mismo que un TIN mensual del 0,625 % (el resultado de dividir el valor del TIN anual entre los 12 meses del año).

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El TIN en las hipotecas

Los préstamos hipotecarios son productos financieros ofrecidos por los bancos cuya finalidad es la financiación de un bien inmueble: las entidades financieras ofrecen créditos hipotecarios con unas condiciones fijas (con un TIN invariable) o variables (con un TIN compuesto por la suma del EURÍBOR y un diferencial).

¿Qué es la TAE?

La Tasa Anual Equivalente es el índice que refleja el total de los costes del préstamo de fondos, es decir: los intereses fijados por la entidad financiera, las comisiones, los costes de gestión o los plazos de la operación.

La información que ofrece la TAE permite obtener una visión global de todos los factores que intervienen en la operación que se ha contratado, y sirve como indicador comparativo entre los distintos bancos.

¿Cómo se calcula la TAE?

El cálculo de la TAE se realiza con una fórmula algo más compleja que la del TIN: mientras que la fórmula del TIN solo tiene en cuenta el indicador, en la fórmula de la TAE intervienen:

  • El valor del TIN
  • Las comisiones bancarias (por amortización, cancelación, apertura…)
  • Los gastos de la operación
  • La frecuencia de los pagos (mensuales, trimestrales, semestrales, anuales…)

La página web del Banco de España contiene una calculadora online para simular el valor de la TAE, introduciendo todos los datos relevantes del préstamo o crédito.

La TAE en hipotecas y préstamos

La Tasa Anual Equivalente de préstamos e hipotecas, sin embargo, no incluye el cálculo de algunos costes como pueden ser notaría, seguros u otros productos vinculados a la operación.

No obstante, los bancos están obligados por la propia legislación bancaria a informar a los clientes y reflejar visiblemente la TAE aplicada en sus elementos publicitarios o promocionales, así como en los contratos.

¿Qué diferencia hay entre el interés TIN y la TAE?

Ha quedado claro que ambos tipos son de obligada inclusión por las entidades financieras en las condiciones de todas las operaciones de crédito, pero también las diferencias entre el interés nominal TIN y la tasa anual TAE son muy sensibles.

El sesgo de información

Aunque ambos indicadores tienen carácter informativo para el consumidor, el TIN apenas aporta datos relevantes sobre la naturaleza del préstamo o, lo que es lo mismo, cuánto capital tendrá que destinar el consumidor a satisfacer los costes del producto contratado: los bancos suelen ofrecer TIN bajos para atraer la atención de los clientes.

Como la TAE, en cambio, aporta todos los datos relevantes sobre la operación, constituye un elemento mucho más valioso para determinar las condiciones del producto contratado, cuánto aporta una inversión o cuánto cuesta un crédito en realidad.

La periodicidad y el rendimiento

La otra gran diferencia entre TIN y TAE en un depósito es que el TIN no tiene por qué ser anual; además, es muy común encontrarse con que los préstamos personales presentan una diferencia más alta entre TAE y TIN que los préstamos hipotecarios. En cambio, los depósitos o cuentas de ahorro suelen contar con una TAE menor.

Como consumidor, conocer bien las diferencias entre TIN y TAE es fundamental para elegir las mejores condiciones de un préstamo bancario; prueba STEL Order para hacer un seguimiento sencillo de toda la información del balance de tu empresa.

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