El superávit económico: cuando los ingresos superan a los gastos

El sostenimiento económico de todo proyecto pasa por no permanecer mucho tiempo en situaciones de déficit. Pero alcanzar el superávit puede encerrar inconvenientes relacionados con la capacidad de crecimiento empresarial.

Podría decirse que la situación de superávit es a la que todo empresario o gestor debería aspirar: no hay nada que suene mejor para garantizar el sostenimiento económico de una organización. No obstante, pese a sus grandes ventajas en materia financiera, tras el superávit económico se esconde un error común en lo referente a finanzas y estrategia empresarial.

Qué es el superávit

Ya hemos dejado entrever cuál es la estricta definición de superávit: es aquella situación en la que los ingresos son superiores a los gastos. El concepto de superávit se aplica en varios ámbitos, como pueden ser el comercio exterior, la empresa o el relativo a órganos de gobierno y administraciones públicas. Cuando nos ceñimos a un contexto de economía de la empresa, la detección del superávit simplemente se reduce a analizar los balances en tu software de gestión empresarial: el superávit estará presente en todas aquellas partidas en las que el resultado entre ingresos y gastos sea positivo.

Superávit y déficit

En contraposición al superávit, está el concepto de déficit, que es la situación que se produce cuando los gastos superan a los ingresos. Todas las empresas son susceptibles de encontrarse en uno u otro estado en múltiples ocasiones mientras desarrollan su actividad, pero lo cierto es que el déficit no es precisamente el mejor de los escenarios, dado que puede llevar a problemas de endeudamiento o falta de liquidez.

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Clases de superávit

Aunque nos estemos ciñendo al superávit en la empresa, conviene reseñar que este término se aplica en otros ámbitos

Superávit fiscal

Sucede cuando una administración u órgano de gobierno público recauda más dinero del que necesita para afrontar sus cargas.

 Superávit presupuestario

Se refiere a la previsión del superávit fiscal por parte del gobierno de una nación cuando presenta sus presupuestos para el próximo ejercicio.

 Superávit público

Es el concepto de superávit fiscal extendido a todos los organismos públicos de una nación.

 Superávit primario

Es el superávit fiscal libre de costes previos para financiarse, es decir, sin tener en cuenta los intereses que hayan surgido de la adquisición de una deuda anterior.

 Superávit exterior

Surge de comparar la diferencia entre gastos e ingresos de un país con el exterior, dando un resultado positivo para la nación.

 Ventajas del superávit

 Mayor radio de acción

Una empresa que se encuentre en situación de superávit podrá destinar las partidas dinerarias excedentes a reforzar algunas de sus áreas, a reinvertir en la modernización de sus recursos, o a financiar sus planes de expansión.

 Menor nivel de endeudamiento

Todas las empresas tienen que soportar cierto nivel de deuda: el superávit económico puede utilizarse para reducir el volumen de los pasivos de la empresa, o para encontrar un punto de equilibrio entre financiación y descapitalización. En general, la empresa puede aprovecharse de estas situaciones para reducir su endeudamiento.

Mayores oportunidades de inversión

Una empresa que goce de estabilidad fiscal y financiera podrá optar a atraer a más inversores, en un hipotético plan de expansión: asimismo, contar con unos datos históricos que reflejen solidez económica le abrirá las puertas a encontrar más y mejores vías de financiación en el futuro.

 Inconvenientes del superávit

Una situación de superávit transitorio no reviste ningún inconveniente, pero si la empresa se encuentra en un escenario reiterado de superávit, estaríamos hablando de superávit estructural. De este se derivan dos potenciales problemas: uno está relacionado con el costo mismo del dinero, y el otro tiene una clara implicación estratégica.

 Mayor coste bancario

El superávit estructural significa que la empresa estará ganando más dinero del que pueda gastar o invertir: sistemáticamente, estará disponiendo de más recursos de los que necesita para hacer frente a sus gastos. Todo ese dinero sobrante, si no se pone en circulación, queda depositado sine die en los bancos, los cuales cobrarán a la empresa mayores cantidades en concepto de comisiones de mantenimiento.

 Estancamiento de la estrategia empresarial

Las situaciones de déficit funcionan como estímulo para crear nuevas soluciones, para incentivar el crecimiento, para luchar por el sostenimiento económico y el crecimiento de la organización… Cuando un comité de dirección de una empresa ha dedicado innumerables esfuerzos a trazar planes, tácticas y estrategias para conseguir que el proyecto sea autosostenible (en definitiva, que el negocio dé dinero), una situación prolongada de superávit podría dar un giro de 180 grados a la estrategia de crecimiento de la organización. En otras palabras: la empresa corre el riesgo de relajarse en demasía para frenar una tendencia de superávit. Cuando sobra el dinero, ya no se realizan planificaciones con la misma ambición: no hay muchos empresarios o directivos que estén acostumbrados a lidiar con la aparición habitual de este tipo de escenarios. Una situación de superávit puede ser una gran oportunidad para sanear tus cuentas, reducir tu nivel de endeudamiento, conseguir más y mejores vías de financiación, y reinvertir tu capital para respaldar tus planes de expansión. Prueba STEL Order para gestionar los procesos y facturación de tu empresa.

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