Desarrollar una carrera profesional y gestionar a la vez las responsabilidades personales y familiares que todos tenemos es algo extremadamente complicado, porque, con frecuencia, los horarios laborales se alargan demasiado. Para que conciliar no se convierta en una tarea imposible, en los últimos años, han ido surgiendo medidas como la reducción de jornada laboral.
Una opción disponible tanto para quienes tienen hijos como para quienes no, pero que tiene un impacto directo sobre el salario. Por eso, hay que valorar bien si compensa acogerse a esta medida para tener algo más de tiempo libre que dedicar a otra cosa que no sea el trabajo, o si es mejor buscar otras alternativas.
En el caso de las empresas, resulta imprescindible gestionar bien los horarios de trabajo para garantizar el disfrute de este derecho.
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¿En qué consiste la reducción de jornada?
Una de las condiciones esenciales que debe establecer el contrato de trabajo es el número de horas que la persona trabajará en cómputo diario, semanal, mensual o anual; cifra que debe estar siempre dentro del máximo legal que recoge el Estatuto de los Trabajadores (ET).
En España, la jornada media a tiempo completo es de 40 horas a la semana, lo que supone trabajar unas ocho horas al día durante cinco días. Sin embargo, en la práctica, pasamos mucho más tiempo fuera de casa para atender nuestras obligaciones laborales, porque a la jornada de trabajo hay que sumarle el tiempo de desplazamiento para hacer la ida y la vuelta hasta el lugar en el que prestamos servicios.
De media, cada trabajador pasa 10 horas al día fuera de casa. Como consecuencia, el tiempo que queda para descansar, cuidar de la familia, estudiar, hacer deporte, etc., se ve drásticamente reducido.
En los últimos años, se ha intentado buscar solución a este problema a través de medidas de conciliación, que tienen como objetivo que cualquier trabajador pueda desarrollar su carrera y, a la vez, tener una vida personal plena, con tiempo para sí mismo y para los suyos.
La reducción de jornada laboral está configurada en nuestro Estatuto de los Trabajadores como una medida de conciliación, y consiste en solicitar un ajuste del tiempo de trabajo, para reducirlo con respecto a la que es la jornada habitual que se viene desarrollando.
Se entiende que estamos ante una reducción de jornada si el tiempo de trabajo disminuye entre un 10 % y un 70 % con respecto a la jornada diaria, semanal, mensual o anual. Dado que se trata de una medida de conciliación para el trabajador, durante el tiempo que este tenga su jornada reducida, no podrá desarrollar horas extraordinarias, salvo que sean de fuerza mayor.
Un dato a tener en cuenta es que me pueden reducir la jornada laboral sin mi consentimiento, porque este es también un derecho para la empresa, pero esto solo puede suceder en tres casos:
- Si está justificado por causas económicas, organizativas, técnicas o de la producción. En este supuesto se puede hacer un expediente de regulación temporal del empleo (ERTE) que puede consistir en una disminución de la jornada.
- Si lo justifica una causa de fuerza mayor.
- Cuando la empresa entra en concurso de acreedores y no tiene solvencia suficiente para pagar las nóminas completas.
Reducción de la jornada laboral en España
Como decíamos antes, la jornada de trabajo media semanal está en 40 horas, pero desde hace algún tiempo se viene estudiando la posibilidad de reducirla para mejorar la conciliación. En el caso de España, el objetivo del Gobierno es pasar de las 40 horas semanales actuales a 37,5 horas, sin que esto suponga una reducción en el salario.
El ajuste se va a hacer de forma progresiva. A lo largo de este año, se espera tomar medidas para rebajar el tiempo de trabajo hasta las 38,5 horas semanales, y ya en 2025 pasar a un sistema de 37,5 horas de trabajo a la semana.
El Ministerio de Trabajo está negociando este tema con los agentes sociales (asociaciones de empresarios y sindicatos), pero por el momento no se ha llegado a un acuerdo, por lo que no existe una fecha concreta para la entrada en vigor de esta medida.
Solicitud de reducción de jornada, ¿cómo se hace?
Puede pedir la reducción de jornada cualquier trabajador. Dado que estamos hablando de un derecho, la empresa no puede oponerse a su ejercicio. No obstante, hay que cumplir los requisitos legalmente establecidos.
La solicitud debe hacerse siempre por escrito y con una antelación mínima de 15 días a la fecha en la que se desea empezar a disfrutar de la jornada reducida. Este escrito se dirige al departamento de Recursos Humanos o, en defecto del mismo, a la dirección.
El documento tiene que indicar tanto la fecha de inicio como la fecha de fin de la reducción de jornada, señalando la nueva propuesta horaria. Aunque el empleador no puede negar este derecho al trabajador, sí tiene potestad para rechazar o modificar la propuesta horaria si le supone un perjuicio.
Presentada la solicitud por parte del empleado, la empresa la remite a la Seguridad Social. Si todo es correcto, el empleador aplica la reducción de jornada en la forma pactada.
Si una vez que has reducido tu jornada, deseas volver a tu jornada ordinaria antes del tiempo previsto en tu solicitud, debes indicarlo a la empresa mediante un nuevo escrito que tienes que remitir con 15 días de antelación a la fecha en la que quieres recuperar tu jornada habitual.
Tipos de reducción de jornada laboral
Hay diferentes causas que permiten ejercer este derecho. Es más, se puede reducir jornada sin motivo. No es necesario que el trabajador alegue que tiene que atender responsabilidades como el cuidado de un hijo o de un familiar enfermo.
Sin embargo, como reducción de jornada y sueldo van de la mano, lo habitual es que solo se opte por esta medida en aquellos casos en los que se considera realmente necesario y no hay otra alternativa. Esto suele pasar en las siguientes situaciones:
Reducción de jornada por maternidad
Nuestra legislación recoge expresamente la posibilidad de pedir una reducción de jornada para cuidado de hijos menores de 12 años.
Aunque la ley contempla un permiso remunerado de 16 semanas tanto para las madres como para los padres, esto puede no ser suficiente para el cuidado de los hijos. Por eso, es posible pedir una reducción de jornada para conciliar mejor la vida laboral y la personal.
Reducción de jornada por lactancia
Más que ante una reducción de jornada, en este caso estamos ante un permiso remunerado. Hasta que el niño cumpla los nueve meses, cualquiera de los progenitores se puede ausentar una hora al día o media hora al inicio y otra media hora al fin de la jornada. También es posible acumular esas ausencias en jornadas completas.
Al ser un permiso reconocido legalmente, esto implica que durante un tiempo el trabajador va a reducir su jornada, pero no por ello su salario se va a ver afectado.
Reducción de jornada por cuidado de un familiar
Se puede solicitar una reducción de jornada para cuidar a familiares de hasta segundo grado por consanguinidad o afinidad, siempre que estos no puedan valerse por sí mismos por razón de su edad, de un accidente o de una enfermedad.
Reducción de jornada sin motivo
La reducción de jornada voluntaria sin motivo que la justifique también es una opción para todos los trabajadores.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de solicitar la reducción de la jornada laboral?
Si optas por esta medida de conciliación, ten en cuenta que el salario se va a reducir de forma proporcional al tiempo que no vas a trabajar. Aunque hay supuestos que no conllevan un ajuste salarial, como el permiso de lactancia y de hospitalización de un hijo prematuro, porque no son técnicamente un caso de jornada reducida, sino permisos retribuidos.
Por lo que respecta a cómo se refleja la reducción de jornada en la vida laboral, desde finales de 2023 no supone ninguna alteración en el tiempo cotizado, porque ahora todos los trabajadores cotizan por jornadas completas, con independencia del número de horas que trabajen al día.
Claves para gestionar la reducción de jornada en la empresa
Es responsabilidad de la empresa organizar bien los horarios de trabajo para que sus empleados puedan disfrutar de su derecho a reducir la jornada cuando lo necesiten.
Lo idóneo es crear jornadas laborales adaptables, permitiendo a los supervisores asignar horarios laborales que se ajusten a las necesidades de los miembros del equipo. Para ello es buena idea contar con un calendario actualizado en tiempo real que dé aviso sobre posibles solapamientos de turnos y horarios de trabajo. En este sentido, puede ser de mucha utilidad contar con programas de control horario.
Además, es importante que desde el departamento de nóminas se lleve a cabo el correspondiente ajuste en el salario de los empleados acogidos a esta medida.
Bien gestionada, la reducción de la jornada laboral es una medida de conciliación que mejora la satisfacción de la plantilla y reporta múltiples beneficios para las empresas. Hay que verlo como una oportunidad para mejorar la conciliación, y sacarle todo el partido posible.