Autofactura: cómo se contabiliza

Cuando realizas operaciones con proveedores extranjeros o dentro de la Unión Europea, es posible que te enfrentes a la necesidad de emitir una autofactura. Este documento es esencial para cumplir con las obligaciones fiscales en España, especialmente en lo que respecta al IVA.

En este artículo, te explicaremos qué es una autofactura, cómo contabilizarla correctamente y sus implicaciones fiscales, con ejemplos prácticos que te ayudarán a aplicarlo en tu contabilidad diaria.

¿Qué es una autofactura?

Una autofactura es un documento emitido por una empresa o profesional para declarar operaciones que no han sido facturadas por el proveedor. Esto ocurre principalmente en adquisiciones intracomunitarias de bienes o servicios, o cuando se trabaja con proveedores extranjeros que no están obligados a emitir factura en España.

Por ejemplo, si una empresa española compra servicios a un proveedor en EE. UU., debe generar una autofactura para registrar el IVA devengado y soportado en esa operación.

¿Cómo se contabiliza una autofactura?

Contabilizar una autofactura implica reflejar tanto el IVA soportado como el IVA devengado en los libros contables, sin que esto afecte al resultado final de la operación.

Asiento contable

Explicación paso a paso

1. Registro del gasto: Anotamos el importe neto en la cuenta correspondiente del grupo 6, según el tipo de adquisición.
2. IVA devengado: Reflejamos el IVA repercutido, como si fuéramos el proveedor, en la cuenta 477.
3. IVA soportado: Registramos el IVA deducible en la cuenta 472, compensándolo con el devengado para neutralizar el efecto en la tesorería.

Ejemplo práctico

Supongamos que una empresa adquiere servicios de diseño gráfico por 1.000 € de un proveedor de EE. UU. El IVA aplicable es del 21 %.

En este caso:

• El gasto total por servicios es de 1.000 €.
• El IVA devengado y soportado se compensan entre sí, por lo que no afecta al resultado de la empresa ni a la tesorería.

Ventajas fiscales y diferencias con otros conceptos

Emitir autofacturas tiene varias ventajas fiscales. En primer lugar, garantiza el cumplimiento de las obligaciones tributarias en operaciones internacionales, evitando sanciones por falta de declaración del IVA. Además, permite que las empresas declaren el IVA devengado y soportado de forma simultánea, manteniendo la neutralidad fiscal sin generar costes adicionales.

En cuanto a diferencias con conceptos similares, la autofactura se distingue de una factura normal en que es la propia empresa quien genera el documento al no recibirlo del proveedor. Por otro lado, no debe confundirse con la autoliquidación de IVA, que es la presentación del impuesto ante Hacienda y puede incluir múltiples operaciones, incluidas las autofacturas.

Preguntas frecuentes

¿Qué ocurre si no emito una autofactura cuando es necesario?

Si no emites una autofactura cuando corresponde, puedes enfrentar sanciones por parte de Hacienda. Estas sanciones suelen estar relacionadas con la omisión del IVA devengado en la declaración tributaria, lo que implica un incumplimiento de las obligaciones fiscales. Además, la empresa podría no poder deducir el IVA soportado de esa operación, incrementando el coste real de la compra.

¿Debo registrar la autofactura en el SII (Suministro Inmediato de Información)?

Sí, las empresas acogidas al SII están obligadas a incluir las autofacturas en sus registros. Estas se consideran como facturas emitidas y deben enviarse al sistema en un plazo de cuatro días desde la fecha de emisión (ampliado a ocho días en el caso de operaciones realizadas en períodos vacacionales). Esto asegura que Hacienda tenga constancia de la operación en tiempo real.

¿La autofactura se usa solo para el IVA?

Aunque su principal uso es en el ámbito del IVA, especialmente en adquisiciones intracomunitarias y servicios contratados a proveedores extranjeros, puede tener implicaciones en otros impuestos. Por ejemplo, en operaciones sujetas a retenciones fiscales o en transacciones internacionales que afectan el Impuesto de Sociedades, puede ser necesario emitir autofacturas para documentar correctamente los costes y la base imponible.

¿En qué casos no es necesaria la autofactura?

No se requiere emitir una autofactura cuando el proveedor ha generado correctamente una factura conforme a la normativa aplicable. Esto incluye situaciones en las que se recibe una factura válida dentro de la Unión Europea (con inversión del sujeto pasivo) o de un proveedor español que detalla adecuadamente el IVA. Además, no será necesaria si la operación no está sujeta a IVA, como puede ocurrir con ciertas prestaciones de servicios internacionales.