Gestión empresarial: 7 claves para optimizarla

La gestión de tu empresa es algo que se puede convertir en un quebradero de cabeza en tu día a día. Por ello, te ofrecemos 7 claves para que tu gestión empresarial tenga éxito.

En la actualidad, los cambios tecnológicos y los nuevos modelos de trabajo afectan de manera directa al rendimiento empresarial. Por eso, la optimización de recursos y los software de gestión empresarial cobran más importancia que nunca.

En este artículo veremos qué es la gestión empresarial, cuáles son sus principales características y por qué es tan importante para mejorar el rendimiento.

1. ¿Qué es la gestión empresarial?

La gestión empresarial abarca diversos aspectos de la organización corporativa mediante la evaluación, planificación y ejecución de las operaciones internas, alineándolas con los objetivos estratégicos de la organización. Por lo tanto, se extiende desde la organización de procesos internos y el sistema productivo hasta el control financiero, la planificación comercial, el marketing y mucho más.

Al integrar estos aspectos en una visión holística, la gestión empresarial se convierte en una guía para la toma de decisiones estratégicas y operativas, lo que permite que la empresa pueda adaptarse a los cambios del entorno y maximizar su rendimiento.

2. ¿Cuáles son las principales características de la gestión empresarial?

El concepto e importancia de la gestión empresarial comprenden una serie de funciones indispensables para asegurar el funcionamiento eficiente y exitoso de la organización. En términos prácticos, una administración eficaz es fundamental para prevenir errores que puedan desencadenar problemas diversos, así como para evitar pérdidas financieras que podrían llevar a la empresa a la bancarrota. Veamos cuáles son las más importantes.

1. Planificación estratégica

Esta función implica establecer metas claras y diseñar las estrategias óptimas para alcanzarlas. La planificación estratégica debe tener en cuenta los recursos económicos, técnicos y humanos disponibles, así como los plazos y ubicaciones pertinentes. Es esencial para definir cuáles son las acciones de la empresa que le permitirán alcanzar sus objetivos.

2. Organización y cronograma

Se trata de asignar responsabilidades y recursos a los miembros del equipo de manera efectiva y eficiente. Esto implica identificar las tareas a realizar, asignarlas a los colaboradores adecuados y establecer plazos realistas. Una organización clara y un cronograma bien definido son fundamentales para el éxito empresarial.

3. Liderazgo eficaz

Todo proceso de gestión empresarial requiere de un líder inspirador que motive y guíe a su equipo hacia el cumplimiento de los objetivos. Este líder debe fomentar el compromisola colaboración y la innovación dentro de la organización, promoviendo una cultura de trabajo colectivo orientada hacia resultados. Además, debe ser capaz de asignar tareas de manera acertada, aprovechando las capacidades individuales de cada colaborador.

4. Supervisión y coordinación

Esta función consiste en asegurar que las actividades se desarrollen de manera coordinada, en función de los objetivos establecidos. La comunicación efectiva entre los miembros del equipo y entre diferentes departamentos es esencial para garantizar esta función durante la ejecución de las tareas. La supervisión constante del progreso y el cumplimiento de los objetivos permite corregir desviaciones y optimizar el rendimiento empresarial.

3. ¿Cuál es el propósito de la gestión empresarial?

El propósito principal de la gestión empresarial consiste en establecer un flujo de comunicación efectivo y una estructura operativa sólida que conduzca a metas específicas. Para alcanzar este objetivo, es crucial optimizar el aprovechamiento de los recursos humanosmateriales y financieros disponibles, así como coordinar de manera eficiente a todos los agentes involucrados en el proceso.

La gestión empresarial es un proceso complejo y continuo que requiere de habilidades y conocimientos en diversas áreas. El gestor empresarial debe ser capaz de tomar decisiones eficaces en un entorno cambiante y competitivo, y deben estar comprometidos con el éxito de la empresa a largo plazo. Veamos cuáles son sus principales propósitos.

1. Creación de valor

La empresa busca crear valor para sus inversores, que son todos aquellos grupos tienen una relación directa con la empresa, como los accionistas, los empleados, los clientes, los proveedores y la comunidad. Esto implica generar beneficios económicospero también puede incluir otros aspectos como la mejora de la calidad de vida de los empleados, la protección del medioambiente o el desarrollo de la comunidad.

2. Gestión de recursos disponibles

Este aspecto de la gestión comprende la administración y el despliegue de los recursos de los que la empresa dispone: la plantilla de trabajo, los activos físicos, los productos, el tiempo y el capital disponibles, para coordinar eficazmente las actividades y determinar la mejor manera de utilizar estos recursos.

3. Supervivencia y crecimiento

Las empresas deben sobrevivir al comienzo, pero luego deben crecer para mantenerse en el mercado. Por eso, mantenerse en el mercadocrecer y aumentar la rentabilidad constituyen el propósito principal que toda empresa persigue. Esto implica satisfacer las necesidades de sus clientes de manera eficaz y colaborar con socios y colaboradores, al tiempo que se adapta a los cambios del entorno y factores externos que puedan afectar su actividad.

4. Mejora de la productividad

La gestión empresarial se enfoca en identificar y eliminar obstáculos que puedan afectar la productividad de la empresa. Esto implica implementar procesos eficientes, tecnologías adecuadas y estrategias de organización del trabajo que permitan aumentar la producción y la calidad de los productos o servicios.

5. Toma de decisiones informadas

Otra función importante de la gestión empresarial es recopilaranalizar y utilizar información relevante para la toma de decisiones. Esto incluye datos financieros, de mercado, de desempeño operativo y de clientes, entre otros, que ayudan a los líderes empresariales a tomar decisiones estratégicas y tácticas fundamentadas.

6. Desarrollo de estrategias

La gestión empresarial se encarga de desarrollar y ejecutar estrategias que permitan a la empresa alcanzar sus objetivos a corto, mediano y largo plazo, como la identificación de oportunidades de crecimiento, la evaluación de riesgos, la definición de metas y la implementación de planes de acción para alcanzarlas.

4. ¿Cuántos tipos de gestión empresarial existen?

La gestión empresarial debe responder siempre a las diferentes estructuras empresariales y el tipo de actividades que esta sustenta: desde los modelos que priorizan el esfuerzo del equipo hasta aquellos que enfatizan la innovación o los resultados, la gestión empresarial abarca una amplia variedad de enfoques. A continuación, presentamos los principales seis tipos de gestión empresarial.

1. Directiva

Consiste en la supervisión activa de las diferentes instancias de los procesos. Destaca por mejorar el rendimiento de los empleados y la eficacia, especialmente entre el personal nuevo o inexperto, mediante la dirección y el control de las tareas.

2. Estratégica

También llamada «visionaria» o «carismática», este tipo de gestión consiste en comunicar la visión global de la organización al equipo para que todos los directores de las diferentes áreas la puedan alinear sus respectivos objetivos particulares. De esta manera, los gerentes se centran en alinear al equipo con la visión, sin involucrarse en las actividades cotidianas.

3. Democrática

Este modelo fomenta la participación activa de los distintos sectores de la empresa y valora las perspectivas de todos los miembros del equipo, independientemente de su posición. Promueve el intercambio de ideas y la búsqueda de soluciones, tomando como base que cada área de la empresa es la que mejor conoce qué problemas enfrenta, y su perspectiva puede contribuir a mejorar los resultados globales de la organización.

4. Transaccional

Se enfoca en utilizar recompensas como incentivos para motivar al personal. Es muy efectivo a corto plazo y permite responder a tendencias de mercado y factores externos que puedan afectar el desempeño de la empresa. Al basarse en las recompensas por desempeño, no tiene tanta utilidad a largo plazo y por lo general solo contribuye al desarrollo particular del área en el que se ofrecen los incentivos.

5. Liderazgo de servicio

Este enfoque se centra en apoyar al equipo a través del liderazgo orientado al asesoramiento de los empleados. Ayuda al desarrollo profesional del equipo y fomenta el aprendizaje a partir de los errores. Su principal ventaja es la formación a largo plazo y el fortalecimiento del compromiso de los trabajadores.

6. Laissez Faire

Finalmente, este tipo de gestión empresarial se encuentra en el extremo opuesto de la gestión directiva. Consiste en liberar el potencial de los empleados para que estos decidan cómo creen que es mejor realizar su trabajo.

De esta manera, el gestor empresarial delega las responsabilidades, permitiendo que los empleados puedan tomar decisiones y actuar según su criterio. Esta libertad promueve la satisfacción y la productividad laboral.

5. Optimizar recursos: la importancia de la gestión empresarial

La importancia de la gestión empresarial se vuelve evidente cuando descubrimos la gran cantidad de factores que intervienen en la actividad empresarial. Esto es cierto tanto para empresas consolidadas como para proyectos de emprendimiento que no suelen superar los dos años de vida. En todos los casos, optimizar los recursos se vuelve un aspecto fundamental de la salud de cualquier empresa.

La gestión empresarial no solo implica diseñar metas y estrategias para el desarrollo y crecimiento de la empresa, sino también asignar recursos de manera eficiente, minimizando el desperdicio y los costes. Asimismo, debe evaluar constantemente los procesos para descubrir nuevas formas de aprovechamiento de recursos y reducción del desperdicio.

Esto es especialmente cierto si consideramos que las principales causas de fracaso empresarial están relacionadas con gestiones deficientes de recursos: falta de planificación, errores presupuestarios, gestión financiera ineficaz, falta de estrategias comerciales efectivas y fallos en los procesos productivos. En este sentido, las gestiones empresariales deben abordar su propio desempeño y encontrar aspectos en los que mejorar.

Finalmente, la gestión empresarial es el pilar en el que se asienta la creación de una cultura organizacional que promueve la formación y retención del talento. Según el informe Return on Culture 2019, de Grant Thornton y Oxford Economics, las empresas con una cultura organizacional sólida tienen más probabilidades de experimentar un crecimiento significativo en sus ingresos. Esto se debe a que una cultura empresarial saludable motiva a los empleados y aumenta el rendimiento de los equipos de trabajo.

6. Perspectivas de gestión empresarial para 2024

La gestión empresarial, si bien se mantiene en lo fundamental, debe responder siempre a las tendencias y cambios en la sociedad. Esto implica aceptar la transformación tecnológica de la actividad y aprovecharla para optimizar los procesos.

En este sentido, las herramientas digitales y software de gestión empresarial se han convertido en un requisito prácticamente obligatorio para las empresas que buscan mantenerse competitivas. Dichas herramientas no solo permiten supervisar los procesos y obtener feedback en tiempo real, sino que además agilizan dichos procesos y reducen sus costes.

En relación con este fenómeno, un informe reciente del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) señala que alrededor del 30 % de las empresas en España que cuentan con diez o más empleados utilizan servicios en la nube para desarrollar sus actividades diarias. Al mismo tiempo, el 66 % de las empresas españolas ya invirtió en inteligencia artificial, tal como trascendió en el evento anual INBOUND, lo que supuso un aumento en la productividad de 2,5 horas por día.

Ante esta realidad, es imperativo integrar la inteligencia artificial en sus operaciones para mejorar la eficiencia y mantenerse competitivos. Por eso, cuatro de cada diez pymes de España planean incrementar su inversión en digitalización y tecnología, según datos del sector. En un contexto donde la flexibilidad y la adaptabilidad son críticas, las organizaciones deberán ser capaces de ajustarse rápidamente para mantener su relevancia y posición en el mercado.

Por último, el entorno laboral también está cambiando: se ha observado un aumento en el número de trabajadores que renuncian voluntariamente a sus empleos para buscar mejores oportunidades y nuevos desafíos. Frente a ello, la capacidad de atraer y retener al talento será tan fundamental para las empresas, tanto o más que la adopción de herramientas de IA.

7. Modelos de gestión empresarial

Si nos preguntamos qué es un modelo de gestión empresarial, debemos observar la diversidad de actividadesprocesos y objetivos dentro de una organización. Si bien las empresas pueden ser similares en cuanto a estructura, sus propósitos pueden variar ampliamente y por eso priorizarán diferentes aspectos de su propia actividad.

Justamente por eso, existe una amplia variedad de modelos de gestión, cada uno de ellos diseñado para desarrollar los aspectos de la actividad que más le interesan a la empresa en cuestión. Veamos algunos de los ejemplos de gestión empresarial más reconocidos:

Orientación al cliente

Este modelo se centra en la satisfacción del cliente como motor del negocio. Es especialmente relevante para empresas de servicios, donde la experiencia del cliente es fundamental.

La gestión de este tipo consiste en comprender las necesidades y expectativas del cliente, adaptar los productos y servicios para satisfacer esas demandas y ofrecer un servicio al cliente excepcional. Además de dirigir recursos hacia el diseño de marca y estrategias de precios, es crucial establecer canales efectivos de retroalimentación para entender y responder a las necesidades cambiantes del mercado.

Orientación al marketing

En este modelo, se prioriza la integración y coordinación de los departamentos de marketing y ventas para crear estrategias comerciales efectivas que permitan aumentar el rendimiento comercial. Es un modelo que permite impulsar el crecimiento del negocio y la rentabilidad.

Este tipo de gestión consiste en establecer una comunicación fluida entre ambos departamentos, fomentar la colaboración y la retroalimentación para mejorar los resultados de las estrategias comerciales. En este sentido, es indispensable para este modelo incorporar estrategias de marketing digital y análisis de datos para adaptarse a los requisitos comerciales de la actualidad.

Orientación organizacional

Este modelo promueve la participación activa de todos los miembros de la organización en la toma de decisiones importantes. Suele ser más común en pequeñas y medianas empresas, donde las estructuras son más flexibles y la coordinación entre los equipos es más directa.

La gestión empresarial en este contexto requiere un ambiente de trabajo inclusivo y participativo, donde se valore y se escuche la opinión de cada empleado. Asimismo, requiere que se establezcan procesos formales para fomentar la participación y la colaboración: mesas de discusión, comunicación institucional y programas de incentivos, entre otras cosas.

Orientación al capital humano

En este enfoque, se reconoce que el talento humano es el activo más valioso de la empresa. Este modelo consiste en invertir en el desarrollo profesional y personal de los empleados para incrementar el valor de su aporte, promover un ambiente de trabajo saludable y estimulante, y fomentar el trabajo en equipo y la colaboración.

Para lograr esto, es necesario instaurar políticas de desarrollo, tales como programas de capacitación, políticas de reconocimiento y recompensa y mecanismos de retroalimentación para mantener motivado y comprometido al personal. También contribuyen a este modelo los programas de retribución y bienestar empresarial.

Orientación a la visión estratégica

Este modelo se basa en el análisis de datos y la planificación estratégica para anticipar tendencias y tomar decisiones informadas. La gestión empresarial en este contexto consiste en recopilar, analizar y utilizar datos para identificar oportunidades de crecimiento, evaluar riesgos y diseñar estrategias a largo plazo.

Para desarrollar esta visión estratégica, es necesario promover una cultura de innovación y adaptabilidad, donde se fomente la experimentación y el aprendizaje continuo basado en datos, tendencias e información actual.

Una gestión empresarial eficaz requiere la adopción de modelos que se adapten a las necesidades específicas de cada empresa y promuevan el éxito sostenible a largo plazo. Al centrarse en áreas clave como el cliente, el marketing, la organización, el capital humano o la visión estratégica, las empresas pueden optimizar sus procesos y mejorar su rendimiento.

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