Puesto que como consecuencia del coronavirus y del estado de alarma, vamos a pasar más tiempo en casa del habitual, desde STEL Order hemos decidido trasladarnos, aunque sea a través de este artículo, a una vivienda inteligente.
Estamos seguros de que el confinamiento en una casa inteligente tiene que ser, como poco, mucho más interesante.
Cada día son más las personas que apuestan por la experiencia cotidiana que supone vivir en un espacio que te ofrece, casi todo, lo que puedas imaginar. Ya que no podemos salir de casa, vamos a adentrarnos en el interesante mundo de la domótica y en los profesionales que lo hacen posible con un software ERP.
Índice de contenidos
1. ¿Qué es la domótica?
El ya presente y futuro de nuestros hogares se nos presenta como sacado de una película de ciencia ficción y a todos y cada uno de nosotros nos encanta la idea de vivir en una casa domótica, o lo que es lo mismo, una casa inteligente.
La domótica es el proceso y sistema de automatización de un inmueble. El abordaje para llegar a realizar una casa inteligente es multidisciplinar y transversal, puesto que conviven elementos de gestión energética, comunicación, seguridad y accesibilidad entre otros.
La tecnología aplicada en nuestro hogar incrementa su valor, perfecciona su seguridad y, lo más importante, potencia al máximo nuestro bienestar en casa.
Leer: ¿Qué es un ERP?
2. La domótica en España
El sector de la construcción, ha sido y es en España el primero en darnos indicadores que algo va muy bien o muy mal en nuestro país. Con la crisis de 2008 y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, esqueletos de edificios y sus profesionales fueron los que, con un papel protagonista, sufrieron las consecuencias de la recesión.
Pero desde el año 2008 hasta ahora ha llovido mucho y la tecnología avanza a pasos agigantados. Los profesionales de la construcción han mirado al horizonte con una perspectiva más tecnológica, innovadora y creativa.
La curva que representa a los fabricantes de sistemas de control y automatización, ha ascendido en vertical y sin pausa, desde al año 2013.
En un inicio, la domótica comienza dando prioridad a la idea del confort y bienestar, mostrando un espejismo de nuestro yo futuro, en perfecta armonía con todo lo que le rodea.
Es, aproximadamente, a partir del año 2016 cuando el procesamiento de datos y el aprendizaje de la información se aplica para sumar, a la idea de sostenibilidad, con un consumo inteligente y responsable de los recursos. A su vez, en domótica el bienestar se concibe como acceso y seguridad.
3. Domótica en tiempos de coronavirus.
Pero de la noche a la mañana, un microorganismo que no podemos ver, pero por desgracia sí percibir sus consecuencias, se ha adueñado del mundo y ha parado, casi en su totalidad, el sistema.
En España hemos pausado el reloj y, aunque es de forma temporal, lo hemos tenido que hacer desde nuestros hogares. Nuestras casas, que antes apenas teníamos tiempo de disfrutar son, ahora, casi todo lo que tenemos para ver.
Y en este contexto nos hemos preguntado, ¿será igual el confinamiento en una casa inteligente? Respuesta: no.
3.1. Ahorro energético
Ahorrar en la factura de la luz no solo se consigue cuando los equipos que se instalan son de bajo consumo, sino cuando optimizamos de forma eficiente los recursos y eso es, precisamente, lo que consigue la domótica.
Se trata de una gestión inteligente de la iluminación, climatización y electrodoméstica, entre otros, que reduce drásticamente la factura de la luz. Además, al procesar datos sobre los hábitos de consumo del propietario, este obtiene información sobre qué debe modificar de su rutina para que, efectivamente, el ahorro sea significativo.
En tiempos de coronavirus y confinados en casa, esta información ayudaría a mantener nuestras facturas a raya.
3.2. Comunicaciones
Con el COVID-19, la televisión ha batido el récord de consumo. La audiencia ha alcanzado picos que engloban al 77% de la población y, si sumamos internet, streaming y videojuegos, la media de visionado es de 10 horas por espectador.
Si estamos en casa queremos saber, hablar, mirar, jugar, y cuanto más y de diferentes maneras, mejor.
Una casa inteligente amplía las telecomunicaciones en todo nuestro hogar para potenciar, no solo nuestro ocio sino el control monitorizado de nuestra casa y sus servicios.
De igual manera que se amplían las posibilidades para comunicarnos entre las personas, en la casa domótica se implementa la comunicación con “las cosas”. El control remoto de los dispositivos cobra un protagonismo absoluto, además de generar toda una red de transmisión de alarmas, intercomunicaciones, teleasistencia, o cualquier medio por el que emitir o recibir mensajes e información útil de nuestro día a día.
3.3. Seguridad.
Cuando pensamos en la seguridad de nuestros hogares, nuestra primera impresión es imaginar ladrones con antifaz negro y un saco al hombro en el que meter todas nuestras cosas.
Efectivamente, la domótica ha implementado sensores de movimiento, cámaras, sistemas de vigilancia y luces y persianas que se articulan solos para aparentar que estamos en casa, aunque disfrutemos de vacaciones.
El caso de las vacaciones expresa, justamente, lo contrario a la situación que estamos viviendo en este preciso momento, pero resulta que la casa inteligente ha evolucionado más allá y en el concepto de seguridad incluyen el monitoreo de nuestra salud. Esto nos interesa, y mucho, ahora.
Los sistemas de seguridad en domótica giran en torno a mantener a salvo el hogar, así como a las personas que lo habitan. La tecnología se desarrolla y aplica para evitar desde hurtos hasta fugas de gas e incendios. La teleasistencia y alerta médica en el domicilio ha adquirido muchísimo protagonismo en este campo.
3.4. Accesibilidad
El objetivo es que todas las personas, incluyendo aquellas que puedan tener algún tipo de discapacidad, vivan en un entorno que facilite su autonomía. La idea general es proporcionar un espacio accesible para todos, independientemente de la enfermedad, edad o discapacidad que se pueda tener, mediante tecnología de vanguardia, diseño y creatividad.
Se trata de convertir nuestros hogares en espacios funcionales y universales entendiendo la diversidad de las personas y por lo tanto, todas nuestras necesidades, en las buenas y en las no tan buenas.
3.5. Confort.
En la idea de confort cobra fuerza la automatización para conseguir que, todos los elementos de nuestra casa domótica, se muevan a nuestro son desde, por ejemplo, nuestro teléfono móvil.
Se trata de controlar, desde la palma de tu mano y estés donde estés, la climatización, las puertas, las persianas, el riego, el videoportero, la piscina (llenado de agua, nivel de PH, cierre de cubierta), la cafetera y, en definitiva, todo lo que incluya “inteligencia” domótica.
En este sentido, controlar con nuestra voz diversas opciones, ya es presente.
4. STEL Order en tiempos de coronavirus.
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Foto: Gerd Altmann/Pixabay
