Activo no corriente: qué es y cómo calcularlo

El activo corriente es un elemento esencial en la estructura financiera de una empresa. Por ello, te contamos todo lo que debes saber sobre el activo no corriente.

En el mundo empresarial, comprender la estructura y clasificación de los activos es esencial para una gestión financiera efectiva. Uno de los componentes clave del balance general de una empresa es el activo no corriente. Este tipo de activo, también conocido como activo fijo, juega un papel crucial en la operación y crecimiento a largo plazo del negocio, proporcionando estabilidad y capacidad productiva sostenida. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el activo no corriente, sus características y su importancia para las empresas.

¿Qué es el activo no corriente?

El activo no corriente, también conocido como activo fijo, comprende bienes y derechos que una empresa posee y que no espera convertir en efectivo a corto plazo. Incluye inmuebles, maquinaria, vehículos y patentes. Estos activos son esenciales para la operación a largo plazo del negocio, aportando estabilidad y capacidad productiva.

Características del activo no corriente

Para valorar adecuadamente la importancia del activo no corriente en la gestión financiera, es esencial conocer sus características distintivas. Estas características permiten a las empresas mantener estabilidad y asegurar su capacidad operativa a largo plazo, contribuyendo de manera significativa a su crecimiento y desarrollo sostenible. A continuación, se detallan las principales características del activo no corriente:

  1. Largo plazo: Son bienes y derechos que se mantendrán en la empresa por más de un año.
  2. Inmovilización: No se convierten rápidamente en efectivo.
  3. Depreciación: Su valor se reduce con el tiempo debido al uso y al desgaste.
  4. Uso operativo: Se utilizan en las actividades productivas o comerciales del negocio.
  5. Inversiones sostenidas: Requieren inversiones significativas y sostenidas.

Estas características hacen que los activos no corrientes sean fundamentales para la estabilidad y el crecimiento a largo plazo de una empresa.

¿Para qué sirve el activo no corriente?

El activo no corriente es fundamental para el funcionamiento y el crecimiento sostenible de una empresa. Sus principales funciones incluyen:

  1. Soporte operativo: Proporciona los recursos necesarios para las operaciones diarias, como edificios, maquinaria y equipos.
  2. Inversión a largo plazo: Representa inversiones que generarán beneficios futuros, como propiedades y patentes.
  3. Estabilidad financiera: Ayuda a estabilizar la situación financiera de la empresa, al no estar sujeto a las fluctuaciones del mercado a corto plazo.
  4. Generación de ingresos: Contribuye a la producción de bienes y servicios que generan ingresos para la empresa.
  5. Valoración: Mejora la valoración de la empresa y su credibilidad ante inversores y entidades financieras.

Estas funciones hacen que el activo no corriente sea una pieza clave en la estrategia financiera y operativa de cualquier negocio.

Diferencias entre el activo corriente y no corriente

Para comprender cómo se estructuran los activos en una empresa y su impacto en la gestión financiera, es útil distinguir entre activos corrientes y no corrientes. Los activos corrientes son aquellos bienes y derechos que se convierten en efectivo en el corto plazo, asegurando la operatividad diaria y cubriendo necesidades inmediatas.

En contraste, los activos no corrientes representan inversiones a largo plazo que proporcionan estabilidad y capacidad productiva sostenida. La siguiente tabla resume las principales diferencias entre estos dos tipos de activos, destacando su propósito, liquidez y ejemplos de uso en la empresa.

CaracterísticaActivo corrienteActivo no corriente
DefiniciónBienes y derechos que se convierten en efectivo en el corto plazo (menos de un año).Bienes y derechos que se mantendrán en la empresa por más de un año.
EjemplosEfectivo, cuentas por cobrar, inventarios.Propiedades, maquinaria, vehículos, patentes.
LiquidezAlta liquidez, fácil conversión a efectivo.Baja liquidez, no se convierte rápidamente en efectivo.
PropósitoFinanciar operaciones diarias y necesidades a corto plazo.Soporte a largo plazo para la producción y operación de la empresa.
DepreciaciónNo se deprecian.Se deprecian a lo largo del tiempo debido al uso y desgaste.
Impacto en la empresaAsegura la operatividad inmediata y cubre necesidades de corto plazo.Proporciona estabilidad y capacidad productiva a largo plazo.
Ejemplos de usoCompra de materia prima, pago de sueldos.Adquisición de edificios, compra de maquinaria.

¿Cómo se puede clasificar los activos no corrientes?

Los activos no corrientes se clasifican en tres categorías principales:

  1. Activos tangibles: Son aquellos bienes físicos que la empresa posee y utiliza en sus operaciones a largo plazo. Estos incluyen propiedades, planta y equipo, como edificios, maquinaria y vehículos. Su valor se deprecia con el tiempo debido al uso y desgaste.
  2. Activos intangibles: Estos activos no tienen una forma física, pero representan un valor significativo para la empresa. Incluyen elementos como patentes, marcas registradas y derechos de autor. Los activos intangibles se amortizan a lo largo del tiempo y su valor radica en los beneficios futuros que pueden generar.
  3. Recursos naturales: Comprenden activos derivados de la naturaleza, como reservas de minerales, bosques y otros recursos biológicos. Estos activos se valoran y gestionan según su capacidad de generar ingresos a lo largo del tiempo, y su explotación suele involucrar procesos específicos de depreciación y agotamiento.

¿Cómo se calcula el activo no corriente?

El activo no corriente se calcula sumando las tres categorías de activos mencionadas anteriormente. La fórmula es la siguiente:

Activo no corriente = activos tangibles + activos intangibles + recursos naturales.

Alternativamente, se puede determinar el activo no corriente restando el valor del activo corriente del activo total. La fórmula es:

Activo no corriente = activo total – activo corriente.

Ejemplo de activo no corriente en una empresa

Un ejemplo de un activo no corriente en una empresa es un edificio corporativo:

  • Edificio corporativo: Una empresa adquiere un edificio que utilizará como su sede central.
  • Cuenta contable: 211 Edificaciones
  • Coste de adquisición: 2.000.000 €
  • Depreciación anual: 50.000 €
  • Vida útil estimada: 40 años
  • Valor residual: 200.000 €

Cálculo del valor neto del activo no corriente:

  1. Coste de adquisición: 2.000.000 €
  2. Depreciación acumulada (por ejemplo, después de 10 años):
  • Depreciación anual: 50.000 €
  • Depreciación acumulada: 50.000 € x 10 años = 500.000 €
  1. Valor neto del edificio:
  • Valor neto = coste de adquisición – depreciación acumulada
  • Valor neto = 2.000.000 € – 500.000 € = 1.500.000 €

Por lo tanto, después de 10 años, el valor neto del edificio corporativo como activo no corriente en la empresa es 1.500.000 €.

Preguntas frecuentes

¿Cómo afecta la depreciación a los activos no corrientes?

La depreciación es el proceso contable mediante el cual se distribuye el coste de un activo tangible a lo largo de su vida útil. Esto afecta a los activos no corrientes reduciendo su valor contable cada año, reflejando el desgaste y el uso del activo. La depreciación acumulada se deduce del coste de adquisición para obtener el valor neto del activo.

¿Qué sucede con los activos no corrientes cuando se venden?

Cuando un activo no corriente se vende, la diferencia entre el precio de venta y el valor neto contable del activo (coste de adquisición menos depreciación acumulada) se registra como una ganancia o pérdida en el estado de resultados de la empresa.

¿Cómo se tratan los activos no corrientes en los estados financieros?

Los activos no corrientes se registran en el balance general bajo el apartado de activos no corrientes. Se presentan a su coste de adquisición menos la depreciación acumulada, mostrando su valor neto contable.

¿Qué es la revalorización de activos no corrientes?

La revalorización de activos no corrientes es un proceso contable que ajusta el valor de los activos a su valor de mercado actual, en lugar de mantenerlos a su coste histórico. Este proceso puede incrementar el valor de los activos en el balance general, reflejando un valor más realista.

¿Cuándo se considera un activo no corriente como obsoleto?

Un activo no corriente se considera obsoleto cuando ya no puede ser utilizado eficazmente en las operaciones de la empresa debido a su desgaste, desactualización tecnológica o cambios en las necesidades de la empresa. En ese momento, su valor puede ser reducido significativamente o dado de baja en los libros contables.

¿Cómo se financian los activos no corrientes?

Los activos no corrientes suelen financiarse a través de préstamos a largo plazo, emisión de acciones o utilizando las reservas de capital de la empresa. La decisión de financiamiento depende de la estrategia financiera de la empresa y su estructura de capital.

¿Cuál es la diferencia entre un activo no corriente y un gasto de capital?

Un activo no corriente es un bien que se espera utilizar durante más de un año y que se deprecia con el tiempo. Un gasto de capital, por otro lado, se refiere a los fondos utilizados para adquirir, mejorar o mantener activos físicos a largo plazo. Los gastos de capital se capitalizan y luego se deprecian a lo largo de la vida útil del activo.

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